Si alguna vez soñaste con arena blanca, aguas turquesas cristalinas y un lugar donde desconectarte del mundo, Curazao es ese destino perfecto. Esta isla no solo tiene un clima increíble todo el año, sino que aquí encontré una de las playas más impresionantes que he visitado en mi vida. Cuando llegué a Curazao, mi idea era relajarme, descubrir nuevas culturas y, sobre todo, disfrutar del mar. Pero lo que no esperaba era encontrarme mi playa favorita aquí. Hoy quiero compartir contigo mi experiencia en las 3 playas más hermosas de Curazao, aquellas que me dejaron sin palabras, me regalaron momentos mágicos y que, sin duda, deben estar en tu lista de próximas aventuras.
1. Playa Porto Mari: Un acuario natural

Desde el momento en que pisé Porto Mari, supe que no era una playa cualquiera. El agua es tan transparente que puedes ver el fondo incluso estando a varios metros de la orilla. El color turquesa es increíble, y la arena es suave, blanca y perfecta para caminar.
Pero lo más sorprendente de esta playa no es solo su belleza, sino su vida marina. Aquí encontré uno de los mejores lugares para hacer snorkel sin necesidad de ser experto. Lo que hace única a Porto Mari es que cuenta con un doble arrecife de coral, lo que significa que hay dos niveles diferentes de vida marina a explorar. Puedes ver peces, loro, rayas, estrellas de mar y hasta pequeños caballitos de mar. La sensación es como nadar dentro de un documental de National Geographic.
Y no puedo dejar de mencionar a los cerditos nadadores. Son famosos en Curazao y suelen pasearse por la playa o incluso meterse al agua contigo. Es algo adorable que convierte esta playa en una experiencia aún más especial.
Llega temprano para encontrar buen espacio y disfrutar la tranquilidad de la mañana. Lleva tu equipo de snorkel o alquílalo en el lugar, vale completamente la pena.
2. Playa Cas Abao: Un acuario natural

Si Porto Mari es aventura y naturaleza, Cas Abao es relajación y comodidad. Esta playa fue una de las más completas que visité. Tiene todo lo que puedes necesitar: restaurante, baños, alquiler de sillas, duchas y un ambiente súper familiar.
Cuando llegas a Cas Abao, lo primero que impacta es la intensidad del azul del agua, que contrasta perfectamente con la arena blanca. Aquí pasé uno de los días más tranquilos de mi viaje, acostada bajo una sombrilla leyendo un libro, mientras de fondo escuchaba el sonido de las olas.
Además, esta playa es perfecta para hacer snorkel desde la orilla. Incluso sin moverte mucho, puedes ver peces tropicales acercándose a la costa. Hay zonas rocosas con mucha vida marina y, si te alejas un poco nadando, puedes encontrar corales realmente impresionantes.
Si te gusta el paddle board o kayak, también puedes alquilar equipos en el lugar. Es una buena forma de explorar la costa desde otra perspectiva.
3. Playa Piskadó : Nada con tortugas en su hábitat natural

Este lugar es simplemente mágico. Si alguna vez soñaste con nadar con tortugas marinas en libertad, este es el lugar indicado. Playa Piskadó, también conocida como Playa Grandi, es una pequeña playa de pescadores donde las tortugas suelen acercarse a la orilla atraídas por los restos de pescado que los pescadores tiran al mar.
No necesitas tour ni guía. Solo ponte unas gafas de snorkel y métete al agua. Las tortugas están ahí, nadando tranquilamente a tu alrededor. Es una experiencia emocionante y muy pacífica al mismo tiempo. Verlas tan de cerca, en su hábitat natural y sin estar en cautiverio, fue uno de los momentos más especiales de mi viaje.
Una de las cosas que más valoro de este lugar es que la interacción con las tortugas es totalmente libre pero respetuosa. Hay carteles que indican que no se deben tocar ni perseguir, y los visitantes suelen cumplirlo. Me pareció una forma muy bonita de convivir con la naturaleza con respeto.
Lleva zapatos para mar o sandalias porque hay muchas piedras. No necesitas pagar nada por verlas, solo el equipo de snorkel si quieres hacerlo.
Cómo moverte entre estas playas:
Curazao no es una isla enorme, pero para visitar playas como estas, lo mejor es alquilar un auto. Te da libertad total para armar tu itinerario y moverte a tu ritmo. Desde la capital Willemstad, llegar a estas playas puede tomar entre 40 minutos y 1 hora dependiendo del tráfico y el clima. Durante el trayecto, lo mejor es que el paisaje también forma parte de la experiencia. Verás cactus, montañas rocosas, flamencos y pequeños pueblos con casitas de colores. Usa Google Maps sin conexión. Algunas rutas no están muy bien señalizadas, pero con GPS no tendrás problema.
Alquilar un auto en Curazao fue una de las decisiones más acertadas de mi viaje. No solo me permitió llegar a rincones escondidos de la isla, sino que también me dio la flexibilidad de quedarme el tiempo que quisiera en cada playa, sin estar pendiente de horarios o transporte público. Además, muchas de las playas más bonitas están ubicadas en la costa oeste, algo alejadas de los principales centros turísticos, por lo que tener tu propio vehículo te ahorra tiempo y te permite explorar más a fondo. Yo recomiendo reservar el auto con anticipación, sobre todo si viajas en temporada alta, ya que la demanda suele ser bastante alta.
Conducir por Curazao es bastante sencillo. Las carreteras principales están en buen estado y el tráfico es tranquilo, salvo en las horas pico cerca de Willemstad. Eso sí, es importante conducir con precaución, ya que algunas vías secundarias pueden tener baches o ser de tierra, especialmente cerca de las playas más remotas. Lo bueno es que siempre te cruzas con paisajes únicos: árboles secos, aves exóticas, formaciones rocosas y, si tienes suerte, alguno que otro grupo flamenco descansando en los lagos salados. Esa mezcla de aventura y tranquilidad es lo que hace que moverse por Curazao sea tan especial.
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Otra recomendación útil es llevar agua, snacks y protector solar en el auto, ya que no siempre hay tiendas o restaurantes cerca de las playas. También te recomiendo cargar combustible cuando veas una estación de servicio abierta, ya que no hay tantas en el interior de la isla.
Por último, no olvides llevar una sombrilla portátil si vas a pasar varias horas en la playa. Aunque muchas playas en Curazao tienen sombra natural o paladas, no siempre están disponibles, sobre todo si llegas tarde. Así te aseguras un día cómodo y protegido del sol caribeño mientras disfrutas de la arena blanca y el agua turquesa que hacen de esta isla un paraíso.
Algo que también me encantó de Curazao fue su gastronomía. Después de un día de playa, no hay nada mejor que una buena comida local. Algunos lugares que te recomiendo:
- Karakter (cerca de Porto Mari): Restaurante frente al mar, ideal para ver el atardecer.
- Cas Abao Beach Bar: Hamburguesas, wraps y batidos.
- Jaanchie’s Restaurant (cerca de Piskadó): Comida criolla en un lugar lleno de historia
¡Definitivamente sí! Las playas de Curazao son increíblemente fotogénicas. Si tienes una cámara acuática o un estuche para tu celular, hazlo. Los mejores momentos suceden bajo el agua: peces coloridos, tortugas nadando a tu lado y corales.
¿Volvería a Curazao?
Sin pensarlo dos veces, sí. Estas tres playas no solo me ofrecieron paisajes espectaculares, sino experiencias que me conectaron profundamente con la naturaleza, me enseñaron a observar con más atención y a disfrutar de lo simple. Caminar por la orilla, con la brisa, acariciando la piel y el sonido del mar, fue increíble. Nadar entre peces de colores, sentir el agua tibia rodeándome y contemplar la transparencia del mar fue una experiencia mágica. Cada playa en Curazao tiene su encanto particular: algunas destacan por su tranquilidad, otras por la vida marina, y otras por sus atardeceres de ensueño que parecen sacados de una postal.
Curazao es mucho más que un destino turístico: es un lugar que te invita a sentir, a desconectar del ruido del mundo y reconectar con uno mismo. Aquí, los días pasan sin prisa, entre baños de sol, tardes cerca del mar y vibra caribeña. No se trata solo de tomar fotos bonitas (aunque las vas a tener), sino de vivir cada instante con plenitud. Yo encontré en estas playas un espacio de paz y armonía, un rincón donde todo parecía fluir con naturalidad.
Espero que este recorrido personal por las playas de Curazao te haya inspirado a planear tu viaje y descubrir estos paraísos caribeños por ti mismo. No importa si viajas solo, en pareja o con amigos: la isla tiene algo especial para cada tipo de viajero. Y recuerda: el mejor souvenir que puedes llevarte es una experiencia inolvidable, una conexión auténtica con la naturaleza y contigo mismo.
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