Antes de empezar a viajar constantemente, yo también pensaba que era algo reservado solo para gente con mucho dinero o ingresos altos. Por eso, quiero compartirte estos consejos sobre cómo ahorrar dpara viajar. Son estrategias reales, simples y que puedes aplicar desde hoy.
Pero con el tiempo aprendí que viajar no es solo una cuestión de presupuesto, sino también de prioridades, planificación y hábitos. Lo que hice fue empezar a ahorrar con intención y propósito. En vez de pensar en los viajes como algo lejano o costoso, comencé a verlos como una meta alcanzable si dedicaba tiempo y esfuerzo a ahorrar para ellos. Puedes comenzar creando un fondo específico para tus viajes y ser constante en aportar una cantidad, por pequeña que sea, cada mes. Además, eliminar gastos innecesarios en tu vida diaria, como suscripciones o compras impulsivas, es un paso importante. Lo mejor de todo es que mientras más aplicas estos hábitos, más cerca estás de hacer realidad esos viajes soñados
1. Define tu objetivo de viaje con claridad
Antes de empezar a viajar constantemente, yo también pensaba que era algo reservado solo para gente con mucho dinero o ingresos altos. Por eso, quiero compartirte estos consejos sobre cómo ahorrar dinero para viajar. Son estrategias reales, simples y que puedes aplicar desde hoy.
Pero con el tiempo aprendí que viajar no es solo una cuestión de presupuesto, sino también de prioridades, planificación y hábitos. Lo que hice fue empezar a ahorrar con intención y propósito. En vez de pensar en los viajes como algo lejano o costoso, comencé a verlos como una meta alcanzable si dedicaba tiempo y esfuerzo a ahorrar para ellos.
Puedes comenzar creando un fondo específico para tus viajes y ser constante en aportar una cantidad, por pequeña que sea, cada mes. Además, eliminar gastos innecesarios en tu vida diaria, como suscripciones o compras impulsivas, es un paso importante. ¡Lo mejor de todo es que mientras más aplicas estos hábitos, más cerca estás de hacer realidad esos viajes soñados! También puedes aprovechar las ofertas y descuentos que surgen de vez en cuando, y tener siempre un plan B en caso de que algo no salga como lo planeaste. La clave es la constancia y la dedicación.
2. Abre una cuenta exclusiva para tu viaje
Este fue un antes y un después para mí. Tener una cuenta (o “bolsillo”) exclusiva para ahorrar para viajar hace que no mezcles tus gastos diarios con el dinero que estás reservando. Algunos bancos te permiten crear subcuentas dentro de tu cuenta principal y hasta nombrarlas, lo cual es muy útil para tener todo organizado.
Si puedes, elige una cuenta que tenga algún tipo de rentabilidad o interés. Así, además de ahorrar, tu dinero va creciendo con el tiempo. Es una motivación extra ver que cada mes tienes un poco más. Además, te ayudará a mantener el foco en tus objetivos, ya que tendrás claro cuánto falta para tu próximo viaje. Si te resulta más fácil, también puedes automatizar las transferencias mensuales a esa cuenta, así no tendrás que preocuparte por hacerlo manualmente cada mes. Este tipo de hábitos te permiten tener un control mucho más efectivo de tu dinero y asegurarte de que no te quedes sin fondos en el momento en que decidas tomar ese vuelo tan esperado. ¡Es increíble lo que puedes lograr con un poco de disciplina financiera!
3. Automatiza tus ahorros
Uno de los mejores hábitos que adopté fue programar transferencias automáticas a mi cuenta de ahorro, apenas tengo mi sueldo. Así me aseguro de que una parte de mis ingresos se destina directamente a mi meta, sin depender de mi fuerza de voluntad.
Puedes empezar con un 10 % o 15 % de tus ingresos. Si te parece mucho, empieza con menos. Lo importante es la constancia. Y si recibes ingresos variables, puedes destinar un porcentaje de cada pago o ingreso que recibas. Además, al ser automático, ni siquiera tendrás que pensar en ello. Se convierte en un hábito tan natural como pagar cualquier otra factura. Con el tiempo, notarás que la cantidad ahorrada crece de manera significativa, y te sentirás más motivado a continuar con este plan. Esta estrategia te ayuda a evitar caer en la tentación de gastar el dinero en otras cosas, ya que ni siquiera lo tendrás disponible para hacerlo. ¡Este hábito de ahorro automático puede marcar una gran diferencia en tus futuros viajes!
4. Identifica tus gastos hormiga
Ese café de todos los días, el snack, la suscripción que no usas… todos esos pequeños gastos diarios que parecen inofensivos pueden sumar una cantidad considerable al mes.
Hazte el hábito de registrar tus gastos durante una o dos semanas. Vas a sorprenderte al ver en qué se te va el dinero. No se trata de eliminar todos los gustos, pero sí de ser más consciente y decidir en qué vale la pena gastar y en qué no.
5. Organiza un presupuesto mensual realista
Tener un presupuesto te permite saber cuánto ganas, cuánto gastas y cuánto puedes ahorrar. No tiene que ser complejo, puedes hacerlo en una hoja de Excel o incluso en papel. Anota tus ingresos y tus gastos fijos, y luego define cuánto vas a destinar a tu fondo de viajes.
Un buen truco es usar la regla 50-30-20: 50 % para necesidades básicas, 30 % para deseos o estilo de vida y 20 % para ahorro o pago de deudas. Aunque no lo cumplas al pie de la letra, puede darte una buena base para empezar.
6. Empieza a cocinar más en casa
Una de las cosas que más noté que me ayudó a ahorrar fue dejar de comer fuera todos los días. No estoy diciendo que nunca más salgas a comer, ¡claro que no! Pero reducir esa frecuencia ya hace una gran diferencia.
Preparar comida en casa no solo es más económico, sino también más saludable. Puedes llevar tu almuerzo al trabajo, o incluso hacer un pícnic en vez de ir a un restaurante.
7. Vende lo que no usas
Todos tenemos cosas en casa que ya no usamos: ropa, libros, accesorios. Hazte una limpieza profunda y selecciona lo que podrías vender. Plataformas como Marketplace, OLX, o apps de segunda mano como GoTrendier pueden ayudarte a generar ingresos extras que se sumen a tu fondo viajero.
8. Cambia el ocio por planes económicos
Salir de paseo o divertirse no tiene que ser sinónimo de gastar mucho. Hay mil formas de pasarla bien como: caminatas al aire libre, museos gratuitos, eventos culturales, juegos de mesa en casa, películas en streaming, etc.
Incluso organizar cenas caseras con amigos puede ser más divertido (y más barato) que salir a un bar. La clave está en no asociar el entretenimiento exclusivamente con el consumo.
9. Evita compras impulsivas con el reto de los 30 días
¿Viste algo que quieres comprar? Espera 30 días antes de hacerlo. Si después de ese tiempo sigues queriéndolo y puedes pagarlo sin afectar tu ahorro, adelante. Pero muchas veces vas a notar que ni te acuerdas del objeto en cuestión.
Este “reto” es ideal para frenar gastos innecesarios y repensar tus prioridades. Además, te hace valorar mucho más lo que realmente necesitas o deseas.
10. Recuerda siempre tu motivo
El ahorro, como todo en la vida, necesita una razón. Cuando estás tentado a gastar o desanimado porque el proceso es lento, vuelve a pensar en tu meta: ese viaje, esa experiencia, esa libertad.
Imagina ese momento en el que estés caminando por las calles de tu destino soñado, sabiendo que lo lograste porque hiciste el esfuerzo. Esa sensación es incomparable, y todo el camino que recorriste va a tener sentido.
Empieza hoy, aunque sea con poco
No esperes a tener “la situación ideal” para empezar. A veces creemos que necesitamos ganar más o tener un trabajo más estable para poder ahorrar. Pero la verdad es que el mejor momento para empezar es ahora, con lo que tengas.
Incluso si solo puedes ahorrar el equivalente a un café por semana, ¡hazlo! Lo importante es el hábito y la intención. Cuando lo conviertas en parte de tu rutina, vas a ver cómo el dinero empieza a multiplicarse.
Ahorrar para viajar no es imposible ni mágico. Se trata de tomar decisiones conscientes, reorganizar prioridades y actuar con intención. Cada pequeño esfuerzo que hagas hoy, te acerca un paso más a ese sueño que tienes.
Yo misma lo comprobé. No fue fácil al principio, pero valió cada segundo. Porque nada se compara con la satisfacción de saber que hiciste posible tu viaje. Y cuando llegues a tu destino, pensarás en lo mucho que creció tu esfuerzo y cómo esa meta que parecía tan lejana se volvió una realidad. La sensación de cumplirlo es un motivador aún más grande para tus próximos viajes. Comienza hoy mismo y siente el cambio
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